¿Qué es la Amortización? Tipos y cómo se calculan las amortizaciones

La amortización es un concepto que se utiliza a menudo en el día a día, sobre todo en el ámbito financiero.

Aunque se utiliza bastante, no todo el mundo sabe qué es la amortización y qué elementos se pueden amortizar.

En este artículo, te explicaremos qué es la amortización, los diferentes tipos que existen y cómo se calcula.

¿Qué es una amortización?

La amortización es un concepto financiero que se refiere al proceso de distribuir el valor de un activo durante su vida útil.

Para entenderlo de una manera más fácil, la amortización nos sirve para saber la pérdida de valor de un activo durante el tiempo.

Este término es muy útil para las finanzas personales o la gestión financiera de las empresas, ya que permite conocer el valor real de los activos y de las deudas.

¿Por qué es importante el concepto de amortización?

La amortización es un concepto esencial para sectores como el financiero o el inmobiliario. 

Conocer cómo funciona y qué es la amortización es esencial si vamos a trabajar con bienes.

Estos son algunos factores en los que influye la amortización:

• Refleja el valor real del activo: Con el paso del tiempo, los activos tienden a perder valor ya sea por el desgaste, el uso u otros factores. La amortización permite reflejar esta disminución de valor de manera gradual y así conocer el valor real de un bien o una deuda.
• Facilita la toma de decisiones: En empresas, la amortización influye en las decisiones sobre la vida útil de los activos y en las futuras inversiones. En el ámbito personal, no solemos tener tan en cuenta este término.
• Afecta a los impuestos: La amortización es un factor importante en los impuestos. Puede reducir la carga fiscal de una empresa, ya que los gastos de amortización se deducen de los ingresos antes de calcular los impuestos. 
• Mejora la contabilidad de las empresas: La amortización ayuda a cumplir con las obligaciones fiscales y facilita a las empresas saber cuál es su situación financiera.

¿Se pueden amortizar todos los activos?

No, no todos los activos se pueden amortizar, depende de su uso, duración y a las regulaciones fiscales de cada país.

En general, se pueden categorizar las amortizaciones en tres grandes grupos: amortizables, no amortizables y de amortización libre.

Los activos y pasivos amortizables son generalmente los que se utilizan en los negocios y que su vida útil tiene un fin. Por ejemplo, los vehículos, patentes y marcas comerciales, se consideran activos amortizables. 

Los activos no amortizables son grupos más reducidos que incluyen terrenos o propiedades que se mantienen con fines de inversión. Un terreno, no se deprecia porque se considera que su valor no disminuye con el tiempo.

Un activo de amortización libre se refiere a un activo del que se puede determinar su propia tasa de amortización. Esto ocurre porque existen unas tasas de amortización preestablecidas. Algunas empresas prefieren marcar su propia amortización de activos, siempre cumpliendo con los requisitos y condiciones fiscales necesarias.

Tipos de amortizaciones

Para diferenciar los tipos de amortización que existen, debemos entender que hay dos tipos de bienes.

Los activos, son cualquier tipo de bien con el que se crea negocio y que puede aportar beneficios, y los pasivos, son obligaciones fiscales como cuando solicitas préstamos para coches , préstamos para reformas de viviendas o deudas que una persona o empresa ha contraído.

La amortización de un activo y un pasivo es diferente y se calcula de manera distinta.

En general, para calcular los tipos de amortización tenemos en cuenta factores relevantes sobre el bien, como su precio de adquisición y su vida útil.

Amortización de un activo

Cómo hemos explicado anteriormente, los activos son productos que compramos con dinero a cambio de que cumplan una función. 

Estos productos son el móvil que utilizamos todo el día, televisores, un sofá o incluso una casa. Cualquier producto que se compre y que tenga un límite en su vida útil. 

Normalmente, no calculamos la amortización de un activo en la vida cotidiana, al contrario de lo que suele pasar en las empresas.

Pero, si que nos hacemos una idea inconscientemente. Por ejemplo, cuándo compramos un teléfono móvil por 300€ y sabemos que la duración media que puede tener es de 3 años.

Si el móvil pasa de los 3 años, tendremos la sensación de que hemos amortizado este producto porque ha cumplido con su función en la vida útil que teníamos pensada.

En las empresas, se necesitan comprar bienes y servicios para poder poner en funcionamiento el trabajo. Estos activos pueden ser materiales, como maquinaria o terreno, o no materiales, como inversiones en patentes o licencias. El conjunto de estos activos se denomina inmovilizado.

Para calcular la amortización de una activo se suele usar el método lineal y el degresivo

Amortización de un pasivo

Los elementos pasivos son todas las obligaciones financieras que ha contraído una persona o una empresa.

Normalmente, nos referimos a deudas y préstamos bancarios como hipotecas o préstamos personales. También incluye los préstamos para financiación de las empresas.

Cómo ya conocemos el funcionamiento de las deudas y préstamos, sabemos que existe la parte del capital del producto y los intereses que se pagan por ello.

Dentro de la amortización de un pasivo, es importante saber que sólo se tiene en cuenta la parte del capital del activo y no la de los intereses que genera.

Es más fácil entender la amortización de un pasivo, ya que se refiere a la disminución del préstamo mediante las cuotas mensuales, es decir la disminución de su valor durante el tiempo.

Para calcular la amortización de pasivos, comúnmente se utiliza el sistema americano o inglés, francés y alemán.

Cómo se calcula la amortización

El cálculo de la amortización depende de multitud de factores, entre ellos si nos referimos a un activo o a un pasivo.

También hay que tener en cuenta tres factores muy importantes: el precio de adquisición, la vida útil del bien y el valor residual al que se podrá vender cuando ya pase su vida útil.

Una vez sabemos estos factores, podemos elegir entre los diferentes sistemas para calcular la amortización.

Calcular la amortización de activos

Para calcular la amortización de activos en empresas, se utilizan dos tipos de cálculos diferentes:

• Cálculo de amortización lineal: La amortización lineal es el método más usado, ya que es sencillo y se puede usar en amplitud de bienes. Su funcionamiento trata de distribuir el coste de un activo a lo largo de su vida útil. Por ejemplo, un ordenador de 10.000€ y una vida útil de 10 años, tendría una amortización anual de 1.000€.
• Cálculo de amortización degresiva: Este método se calcula aplicando una tasa fija al valor de inmovilizado que cambiará dependiendo de su vida útil. La tasa funciona por categorías y se publica de manera oficial por el gobierno. Actualmente, un activo de 6 años de vida útil se multiplicaría por una tasa de 2.

Calcular la amortización de pasivos

Para el cálculo de la amortización de pasivos se utilizan estos tres sistemas:

• Sistema americano: El sistema americano es peculiar y no suele utilizarse a menudo. Consiste en pagar solo los intereses de la deuda mediante cuotas mensuales, y una vez se paguen todo los intereses, se amortiza una cuota con el capital total del préstamo. Es decir, si pides un préstamo de 2.000€ y tienes que pagar 500€ de interés, pagarías ese dinero en varias cuotas y después una cuota única de 2.000€.
• Sistema francés: El sistema de amortización francés es conocido por el pago de cuotas fijas mensuales, y es muy utilizado por la facilidad que ofrece a ambas partes. La mayoría de préstamos e hipotecas trabajan con este sistema.
• Sistema alemán: En el sistema de amortización alemán se paga una cuota que incluye tanto el capital del préstamo como los intereses, pero no de manera fija. A diferencia del sistema francés, se paga más cantidad de intereses al principio y va disminuyendo a lo largo de las cuotas.

Preguntas frecuentes